💀🧠Podredumbre cerebral: frase del año
¿Por qué Oxford University Press recurrió a una expresión de hace 170 años para describir el ánimo que dio forma al 2024? Pasa.
Primero, el soundtrack de esta edición 🎧
🎵 “Diciembre de repente
Y ni te has enterado
Te paras a pensar
No recuerdas demasiado
Y eso al tiempo le da igual
El tiempo sigue su camino[…]
Y nadie que conoces está realmente bien
Esto que nos han vendido no sabemos lo que es
Quizá nunca ha existido
Quizá solo sea una broma”.
🥶 Aquí estamos de nuevo: luchando por no hacer compras decembrinas innecesarias; estirando las horas y los días para cumplir con la agenda social; haciendo el balance de un año con sus picos y sus valles; enlistando los propósitos del próximo ciclo.
Para esta edición tenía pensado escribir sobre por qué en diciembre nos convertimos en unas máquinas de nostalgia ¿Has notado que cada día hay más contenido evocador en las redes sociales? No es queja, de hecho, varios me gustan. Este, por ejemplo.
Sin embargo, desde la Oxford University Press, en Reino Unido, surgió una noticia que no pude ignorar: la expresión que mejor describe nuestro ánimo y conversaciones de este año es BRAIN ROT💀🧠: podredumbre mental, pudrición cerebral, decadencia intelectual, ponle el sinónimo que quieras.
😓¿Qué es el brain rot? Recuerda una de tus peores resacas [o peores noches de insomnio, si no tomas 🍷]: esa ola de confusión, fatiga, agotamiento, ansiedad, negatividad, pensamientos intrusivos, depresión, baja productividad te invade a tal punto que, por un momento, dejas de ser una persona. Eso es la podredumbre mental, pero provocada por el consumo excesivo de contenido basura en redes sociales.
Dicho de otra forma: la sobrecarga informativa y de estímulos nos genera niebla mental que merma nuestras funciones cognitivas. Tal como lo hace, por ejemplo, el estrés, el sedentarismo o una mala alimentación.
A mayor consumo de contenidos basura, menos:
Atención [capacidad para concentrarnos en estímulos específicos].
Memoria [habilidad para almacenar y recuperar información].
Lenguaje [comprensión y expresión verbal y escrita].
Percepción [interpretación de la información sensorial].
Razonamiento y resolución de problemas [capacidad para analizar situaciones y tomar decisiones].
Funciones ejecutivas [planificación, organización y autocontrol].
La expresión brain rot obtuvo la mayoría de votos en una lista que también incluía las siguientes palabras:
Demure: actitud recatada, reservada, discreta.
Dynamic pricing: tarifas dinámicas [particularmente discutida por el costo de las entradas a conciertos].
Lore: historia, trasfondo, datos que explican el universo, personajes y eventos de una obra de ficción. Básicamente contexto, subtexto, metatexto.
Romantasy: género de ficción que mezcla romance y fantasía.
Slop: contenido de baja calidad generado por inteligencia artificial [esto lo estamos viendo cada vez más].
Hace relativamente poco descubrí el ensayo Antes era un ser humano, escrito por el periodista y analista político británico Andrew Sullivan. El subtítulo nos advertía:
“El incesante bombardeo de noticias, chismes e imágenes nos ha convertido en maníacos adictos a la información. Acabó conmigo. Puede que acabe contigo también”.
Henos aquí, casi diez años después, hablando de nuestra pudrición mental 🧟.
💡¿Por qué es importante? La frecuencia de uso del término brain rot aumentó 230% entre 2023 y 2024. No es algo que deba obviarse, y más cuando, en México, la generación Z (18 a 24 años) pasa 5.9 horas al día navegando en internet (esto es 82 días o 2.7 meses). Los milenials no estamos tan lejos: 5.6 horas al día. Dudo mucho que todo ese tiempo lo pasemos consumiendo contenido de alto valor.
🥴Difícil de dimensionar: De acuerdo con Statista, hasta diciembre del año pasado, aeste fue el consumo de contenidos ¡POR MINUTO! en todo el mundo:
241,000,000 correos enviados
41,600,000 mensajes de WhatsApp enviados
25,100,100 horas globales pasadas en línea
6,300,000 búsquedas en Google
4,000,000 likes en Facebook
694,000 de reels de IG enviados por mensaje directo.
360,000 de tuits enviados en X
48,000 horas de contenido visto en Twitch.
En agosto de 2022 me tocó cubrir una ponencia de Theresa Payton, la primera mujer CIO de la Casa Blanca de Estados Unidos. En esa ocasión compartió la siguiente imagen que también ayuda a dimensionar:
Imposible salir ilesos de esa marea de contenidos infinitos. 🌊
Este post lo incluí en la primera edición de ⚡La Pausa Necesaria, pero hace un match perfecto con el tema de esta entrega:
📜Un poco de historia: El concepto de brain rot fue usado por primera vez ¡hace 170 años! por el filósofo Henry David Thoreau en su libro Walden, donde relata su vida de asceta en la laguna de Walden, en Massachusetts.
“Mientras Inglaterra se esfuerza por curar la podredumbre de la patata, ¿no se esforzará nadie por curar la podredumbre cerebral [ahí lo tienes ✨], que prevalece de manera mucho más amplia y fatal?”.
Henry David Thoreau
🍟Frituras digitales
🍩Contenidos ultraprocesados: Los contenidos digitales basura son como las papas fritas o los refrescos: no está mal consumirlos de vez en cuando, pero nadie en su sano juicio les incluiría en su dieta diaria [y encima esperaría tener una buena salud].
😵💫 Adictvos por diseño: Los alimentos ultraprocesados están hechos para activar la producción de dopamina en nuestro cerebro de modo que, aunque comamos demasiado, no nos saturamos [te suena aquello de “¿a qué no puedes comer solo una?”].
🤕 Dañan la salud: Lo mismo pasa con los contenidos ultraprocesados de las redes sociales: están hechos para retenernos haciendo scroll a cambio de un bajísimo valor nutrimental. Escribí de esto en septiembre pasado en mi LinkedIn, a propósito del reality show de La casa de los famosos México.
Y el consumo excesivo de contenidos ultraprocesados trae consecuencias, claro:
“Cuando pasamos horas navegando y navegando, consumimos enormes cantidades de datos sin sentido, noticias negativas y fotos perfectamente retocadas de amigos y celebridades que nos hacen sentir incapaces. Tratar de absorber y lidiar con cantidades masivas de contenido genera fatiga mental. Y eso puede llevar a una caída en la motivación, la concentración, la productividad y la energía con el tiempo, especialmente en los jóvenes”.
Newport Institute.
Otros efectos de la sobrecarga informativa y contenidos basura:
Sesgo de confirmación: buscar, interpretar o recordar información que confirme nuestras creencias preexistentes: ignorar datos contradictorios.
Sesgo de anclaje: depender demasiado de la primera información recibida al tomar decisiones, incluso si es irrelevante.
Efecto halo: formar una impresión general de alguien basada en una sola característica, como la apariencia o una habilidad particular.
Cada vez más países empiezan a reflexionar sobre cómo las redes sociales están afectando la salud mental de las personas, especialmente las más jóvenes y vulnerables.
El estado de California, en Estados Unidos, discutirá un proyecto de ley para obligar a las empresas de redes sociales a añadir etiquetas de advertencia sobre las afectaciones a la salud mental que puede ocasionar el uso excesivo de estas plataformas.
La propuesta del etiquetado frontal -que ya aplica en industrias como la tabacalera y la de alimentos procesados- plantea que las redes sociales deben mostrar avisos de 90 segundos -sin posibilidad de ser saltados- a los usuarios de todas las edades al iniciar sesión por primera vez, y después de esto de forma semanal.
Esto me recuerda al duro comentario que en 2017, el presentador de noticias y comentarista político estadounidense, Bill Maher, dedicó a la industria de las redes sociales:
“Los magnates de las redes sociales tienen que dejar de hacerse pasar por nerds amistosos cuasi divinos que construyen un mundo mejor y empezar a admitir que no son más que vendedores de tabaco en camiseta vendiendo productos adictivos a nuestros hijos. Porque, admitámoslo, comprobar la cantidad de likes es el nuevo tabaquismo”.
Cómo sobrevivir a la podredumbre cerebral:
Como escribe Cal Newport en su libro Minimalismo digital:
“No basta con pequeños cambios para resolver las grandes cuestiones que plantean las nuevas tecnologías. Las conductas subyacentes que queremos mejorar ya están arraigadas en nuestra cultura, se apoyan en refuerzos psicológicos que potencian los instintos básicos. Si queremos recuperar el control, tenemos que ir más allá de los pequeños cambios y reconstruir nuestra relación con la tecnología desde el principio, usando como base nuestros valores más profundos”.
No obstante, aquí te dejo algunos tips que te pueden animar a repensar tu relación con el consumo de contenidos digitales y las redes sociales:
Evita dumbscrolling: pon un alto a esos largos periodos de tiempo desplazándote sin pensar por las redes sociales, aplicaciones y sitios web. Es casi seguro que el 99% de las veces te expones a contenido que no te dejará nada valioso.
Limita tu tiempo en pantalla: para que no caigas en el dumbscrolling puedes establecer un límite de tiempo en pantalla [todos los celulares ya permiten hacerlo, en Android la función se llama Bienestar digital, en iPhone es Tiempo en pantalla].
Análisis costo-beneficio: reflexiona sobre qué tanto valor personal o profesional te dejan tus actividades en línea. Pregúntate: ¿esta es la mejor manera de usar la tecnología para apoyar mi persona o carrera profesional? ¿En verdad hay algo útil en este contenido? Selecciona cuidadosamente el tiempo y uso que das a cada aplicación.
Equilibrio vida online-offline: En México pasamos casi 6 horas al día navegando en internet. Si lo pienas con calma, eso es mucho tiempo y muchas veces es dumbscroll, así que quitar horas a la vida online para pasarlas a la vida offline puede ayudar a minimizar los efectos del brain rot. De hecho, esto me suena para la lista de propósitos de Año Nuevo.
🤓Algo interesante para estos días:
Pew Research Center. En EU apoyan prohibir celulares en clases, pero no durante todo el día.
El País. Internet muestra que la riqueza lingüística es cada vez menor.
La Vanguardia. Un catedrático de Harvard pide que tiremos el dispositivo más usado por los españoles: “Te está devorando la felicidad”.
The Conversation: Australia prohíbe las redes sociales hasta los 16 años: ¿cómo va a funcionar esta ley?
The Conversation: Por qué saltar compulsivamente de un vídeo a otro en TikTok o YouTube aumenta el aburrimiento.
El Confidencial: Suecia da marcha atrás en uso de dispositivos en el aula y vuelve a los libros.
Hasta aquí llega esta pausa.
Espero que tengas felices fiestas 🎄. Y sobre todo que la cena de Navidad no sea juntarte con tus seres queridos a mirar cada uno su celular.
Gracias por leer, compartir y estar aquí.✨
Hasta la próxima ⏸️